¿Qué visión tenemos como iglesia?
Jesús tenía una visión clara, una mirada amplia que tendría que ser la nuestra para poder realizar la misión que Él desea que realicemos
Cuando revisamos en la Palabra de Dios hasta donde Jesús miró encontramos Marcos 16:15, Mateo 28:19 y 20, Hechos 1:8 y no podemos menos que reconocer que Jesús tiene una mirada bien amplia, Él miró a todo el mundo, su visión es mundial.
Pero algo es claro: cuando Jesús nos ordena algo, como la misión que nos encargó realizar, sabe que en Él tenemos todo lo necesario para realizarla.
En pocas palabras… La iglesia misionera que se decide a poner en práctica estos mandatos de Jesús descubre que puede realizar la totalidad de la misión delegada (descubre formas, descubre alcances, descubre medios, descubre personas).
El desarrollo de la misión cristiana es desafiante y sorprendente y cuando obedecemos Dios abre puertas que no imaginamos, provee recursos que no tenemos y nos da el privilegio de sabernos parte de que su evangelio llegue hasta personas que quizás nunca conozcamos cara a cara, pero que conocieron a Dios por medio de nuestra obediencia.
Pero sobre todo la iglesia descubre que ser fiel en obedecer la totalidad de los mandatos de Jesús le permite ver su poder manifestándose abundante y fielmente para llegar hasta donde Él nos mandó llegar: A TODO EL MUNDO.
Nuestra visión en el mundo es la predicación del Evangelio de Jesucristo, por cuanto es un mensaje vigente y poderoso para transformar al hombre y a la mujer de hoy.
Ser una Iglesia renovada permanentemente por el Espíritu Santo en santidad, consagración y servicio comprometido con:
La Evangelización.
El Discipulado.
Las Misiones.
En el ejercicio de una mayordomía integral y fiel, conforme al propósito de la voluntad de Dios para con la iglesia.
Comprometidos con el sostenimiento, el desarrollo y avance de la Obra pastoral de la iglesia o lugar donde desarrollemos nuestra forma de ser iglesia.
Ejerciendo todos los roles.
Cubriendo las necesidades espirituales y sociales del pueblo para su transformación y realización en una vida plena como seres creados a la imagen y semejanza de Dios.
Ser una iglesia reconocida, con credibilidad en el ámbito local, regional y nacional como una comunidad de cristianos que practican los valores (éticos y solidarios) comprometidos con el desarrollo del pueblo y la unidad nacional.
Reconociendo la diversidad cultural y etnica, sin acepción de personas, en defensa de la vida, la verdad, la justicia, la paz, el amor, la fe y la esperanza.